El hombre en la
medida que se ha organizado en grupos
asentados en comunidades, ha tenido que desarrollar una serie de intercambios de bienes, servicios y factores
de producción para satisfacer sus carencias, naciendo así el comercio,
entendido como la actividad económica que implica el intercambio de bienes
mediante la compra-venta entre distintos sectores productivos a nivel mundial,
nacional y regional. Partiendo de esa necesidad, esencialmente nace la
organización, con el fin de cooperar para obtener sus fines personales, en
razón de sus limitaciones físicas, biológicas, psicológicas y sociales.
De igual modo, los intercambios han generado
cada vez más la expansión del comercio, y consecuencialmente la distribución de
los bienes, servicios y especialmente productos de consumo, a través de grandes
empresas que existen hoy día, es decir, que la organización surge para unir a
un grupo de personas con un fin común, pudiendo entenderse como “la estructura
y asociación por lo cual un grupo cooperativo de seres humanos, asigna las
tareas entre los miembros, identifica las relaciones e integra sus actividades
hacia objetivos comunes” ( Massie, citado por Miranda, 2008, p.15), por tanto
al hablar de organización, se está frente a una estructura que une a un grupo
de sujetos en busca un fin común.
Sin embargo,
actualmente, más allá de una estructura, la organización es un conjunto de
sujetos constituidos en la consecución de objetivos, siguiendo una serie de
pasos, considerando un clima, una cultura, una filosofía, valores, misión,
visión sobre la base del negocio que desarrolla y de los miembros que la
componen, tal y como expresa Miranda (ob. cit): “es el proceso mediante el cual
se diseñan estructuras para lograr objetivos predeterminados, tomando en cuenta
la filosofía organizacional (misión, visión, valores, objetivos estratégicos),
los recursos necesarios y el contexto en que actúa la institución” (p.
13). De modo que, la organización, cobra
vida y va más allá de la simple unión para lograr objetivos en común.
De modo que, en la
organización se estructuran objetivos, para lograr las metas, planes del
negocio a través de la utilización de los recursos necesarios y especialmente
del talento humano que se encuentra dentro de la empresa, de manera que, es
necesario considerar los sujetos que se encuentran en la misma y aplicar
técnicas que coadyuven a su desarrollo y a la consecución de los planes de la
organización, pudiéndose aplicar
cualquiera de las técnicas conductuales según sea el caso, reforzamiento
positivo, negativo; moldeamiento; modelamiento; costo de respuestas; tiempo
fuera; control de estímulos; economía de fichas, contrato conductual entre
otras.
De las técnicas
anteriores, resulta oportuno definir el reforzamiento positivo, tal y como
refiere Ventura (2009): “Se entiende como la presentación de un estímulo o situación
apetitiva para el sujeto, contingente – relacionada con la emisión de una conducta, y que tiene
como finalidad un incremento de dicha conducta.” (s/p). De modo que, un
refuerzo positivo es un evento, acontecimiento u objeto cuya presentación o
retirada agradable que aumenta la probabilidad de aparición de las respuestas o
conductas que lo preceden. Dentro de la organización, la utilización de esta
técnica para el aumento de la productividad ha de ser positiva, pues con
estímulos positivos se conseguirán los fines de la organización.
El mantener al
talento humano satisfecho, el mismo busca mejorar su producción, pues el
estímulo positivo normalmente hace que el sujeto adecue su conducta de una
manera más expedita a la deseada, tal y como expresa Daft (2005) el enfoque del
reforzamiento para motivar a los empleados, estudia la relación entre el
comportamiento y sus consecuencias, la cual es producto del uso correcto de los
premios o castigos inmediatos que buscan cambiar o modificar el comportamiento
laboral (p. 311), lo que significa que administrando el reforzamiento positivo
se puede modificar el comportamiento del sujeto dentro de la organización. Tal
y como refiere el autor incomento:
El
refuerzo positivo consiste en aplicar una consecuencia placentera y
gratificante después del comportamiento. Un buen ejemplo de un refuerzo
positivo es elogiar de inmediato al empleado que llega puntualmente o que hace
algo extra en su trabajo. La consecuencia placentera aumentará la probabilidad
de que el comportamiento laboral excelente vuelva a ocurrir.(p.311)
Por tanto, es necesario aplicar el reforzamiento positivo para lograr que el empleado realice las tareas de manera eficiente, eficaz al saber que será elogiado o tendrá un beneficio tangible, saldrá más temprano, recibirá una gratificación económica o cualquiera que sea positivo para él. En caso de los refuerzos materiales, es necesario usarlos con precaución, pues también dependerán del posicionamiento y liquidez de la organización, por lo tanto es inevitable conjugar los refuerzos.
En otro orden de
ideas, es importante señalar que el que utiliza el reforzamiento positivo
dentro de la organización es el gerente líder, como refiere el autor Daft (ob.
cit), “algunos líderes han aplicado la teoría del refuerzo con gran efectividad
para moldear el comportamiento de sus seguidores, pues algunos estudias
demuestran que el refuerzo positivo ayuda a mejorar el desempeño.”(p. 312), es
oportuno entonces que el gerente sea un líder y que tenga conocimiento de las
técnicas conductuales para lograr verdaderos cambios dentro de la organización.
De todo lo antes
expuesto, se comprende que el gerente líder, que tenga conocimiento de las
técnicas conductuales hará que la organización tome el giro esperado, más aun
si utiliza la técnica del reforzamiento positivo, conjugando los elogios,
palabras gratificantes, con gratificaciones materiales en el talento humano que
compone la estructura jerárquica que dirige.
Referencias Bibliográficas
Daft,
R. (2005) La Experiencia del Liderazgo. (3ra
ed). México: Universidad Autónoma de México
[ Libro en línea] Disponible: http://books.google.co.ve/books?id=e-i4JUS3wxAC&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false
Miranda,
R. (2008) Teoría Organizacional.
Textos de Educación, (1ra ed.) Lima: Unidad de Post Grado de la Facultad de
Educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Ventura,
C. (2009) El Reforzamiento Positivo en el
Judo. Caracas: El Judo Ucevista. [ Revista en línea] Disponible: http://www.ucv.ve/navegacion-horizontal/areas/areas-generales/vida-en-el-campus/el-judo-ucevista-primer-web-site-de-judo-de-venezuela/secciones-de-interes/judo-ciencia-y-mas/el-reforzamiento-positivo-en-el-judo.html
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