martes, 11 de noviembre de 2014

EL REFORZAMIENTO POSITIVO EN LA ORGANIZACIÓN



El hombre en la medida que se  ha organizado en grupos asentados en comunidades, ha tenido que desarrollar una serie de  intercambios de bienes, servicios y factores de producción para satisfacer sus carencias, naciendo así el comercio, entendido como la actividad económica que implica el intercambio de bienes mediante la compra-venta entre distintos sectores productivos a nivel mundial, nacional y regional. Partiendo de esa necesidad, esencialmente nace la organización, con el fin de cooperar para obtener sus fines personales, en razón de sus limitaciones físicas, biológicas, psicológicas y sociales.
 De igual modo, los intercambios han generado cada vez más la expansión del comercio, y consecuencialmente la distribución de los bienes, servicios y especialmente productos de consumo, a través de grandes empresas que existen hoy día, es decir, que la organización surge para unir a un grupo de personas con un fin común, pudiendo entenderse como “la estructura y asociación por lo cual un grupo cooperativo de seres humanos, asigna las tareas entre los miembros, identifica las relaciones e integra sus actividades hacia objetivos comunes” ( Massie, citado por Miranda, 2008, p.15), por tanto al hablar de organización, se está frente a una estructura que une a un grupo de sujetos en busca un fin común.
Sin embargo, actualmente, más allá de una estructura, la organización es un conjunto de sujetos constituidos en la consecución de objetivos, siguiendo una serie de pasos, considerando un clima, una cultura, una filosofía, valores, misión, visión sobre la base del negocio que desarrolla y de los miembros que la componen, tal y como expresa Miranda (ob. cit): “es el proceso mediante el cual se diseñan estructuras para lograr objetivos predeterminados, tomando en cuenta la filosofía organizacional (misión, visión, valores, objetivos estratégicos), los recursos necesarios y el contexto en que actúa la institución” (p. 13).  De modo que, la organización, cobra vida y va más allá de la simple unión para lograr objetivos en común.
De modo que, en la organización se estructuran objetivos, para lograr las metas, planes del negocio a través de la utilización de los recursos necesarios y especialmente del talento humano que se encuentra dentro de la empresa, de manera que, es necesario considerar los sujetos que se encuentran en la misma y aplicar técnicas que coadyuven a su desarrollo y a la consecución de los planes de la organización, pudiéndose aplicar  cualquiera de las técnicas conductuales según sea el caso, reforzamiento positivo, negativo; moldeamiento; modelamiento; costo de respuestas; tiempo fuera; control de estímulos; economía de fichas, contrato conductual entre otras.
De las técnicas anteriores, resulta oportuno definir el reforzamiento positivo, tal y como refiere Ventura (2009):Se entiende como la presentación de un estímulo o situación apetitiva para el sujeto, contingente – relacionada  con la emisión de una conducta, y que tiene como finalidad un incremento de dicha conducta.” (s/p). De modo que, un refuerzo positivo es un evento, acontecimiento u objeto cuya presentación o retirada agradable que aumenta la probabilidad de aparición de las respuestas o conductas que lo preceden. Dentro de la organización, la utilización de esta técnica para el aumento de la productividad ha de ser positiva, pues con estímulos positivos se conseguirán los fines de la organización.
El mantener al talento humano satisfecho, el mismo busca mejorar su producción, pues el estímulo positivo normalmente hace que el sujeto adecue su conducta de una manera más expedita a la deseada, tal y como expresa Daft (2005) el enfoque del reforzamiento para motivar a los empleados, estudia la relación entre el comportamiento y sus consecuencias, la cual es producto del uso correcto de los premios o castigos inmediatos que buscan cambiar o modificar el comportamiento laboral (p. 311), lo que significa que administrando el reforzamiento positivo se puede modificar el comportamiento del sujeto dentro de la organización. Tal y como refiere el autor incomento:
El refuerzo positivo consiste en aplicar una consecuencia placentera y gratificante después del comportamiento. Un buen ejemplo de un refuerzo positivo es elogiar de inmediato al empleado que llega puntualmente o que hace algo extra en su trabajo. La consecuencia placentera aumentará la probabilidad de que el comportamiento laboral excelente vuelva a ocurrir.(p.311)

Por tanto, es necesario aplicar el reforzamiento positivo para lograr que el empleado realice las tareas de manera eficiente, eficaz al saber que será elogiado o tendrá un beneficio tangible, saldrá más temprano, recibirá una gratificación económica o cualquiera que sea positivo para él. En caso de los refuerzos materiales, es necesario usarlos con precaución, pues también dependerán del posicionamiento y liquidez de la organización, por lo tanto es inevitable conjugar los refuerzos.

En otro orden de ideas, es importante señalar que el que utiliza el reforzamiento positivo dentro de la organización es el gerente líder, como refiere el autor Daft (ob. cit), “algunos líderes han aplicado la teoría del refuerzo con gran efectividad para moldear el comportamiento de sus seguidores, pues algunos estudias demuestran que el refuerzo positivo ayuda a mejorar el desempeño.”(p. 312), es oportuno entonces que el gerente sea un líder y que tenga conocimiento de las técnicas conductuales para lograr verdaderos cambios dentro de la organización.
De todo lo antes expuesto, se comprende que el gerente líder, que tenga conocimiento de las técnicas conductuales hará que la organización tome el giro esperado, más aun si utiliza la técnica del reforzamiento positivo, conjugando los elogios, palabras gratificantes, con gratificaciones materiales en el talento humano que compone la estructura jerárquica que dirige.
Referencias Bibliográficas

Daft, R. (2005) La Experiencia del Liderazgo. (3ra ed). México: Universidad Autónoma de México  [ Libro en línea] Disponible: http://books.google.co.ve/books?id=e-i4JUS3wxAC&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false

Miranda, R. (2008) Teoría Organizacional. Textos de Educación, (1ra ed.) Lima: Unidad de Post Grado de la Facultad de Educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.




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